Hoy sentí un vacio en el pecho. Hoy sentí la catástrofe en mí. Estaba tranquila pero un inesperado miedo se apoderó de mí. Fueron unos instantes que me descolocaron de la realidad. Como cuando no entiendes la vida. Como cuando el aburrimiento te arrastra a la tristeza y todo suena a voces rasgadas. Sensaciones que te hacen respirar, como morderte fuerte los dientes para no romper a llorar o a gritar. Me recuerdan que debo convivir conmigo misma, que debo prestarme atención. Cuidar que mi piel esté suave, mis ojos húmedos, mis pies fuertes, mis manos ágiles, mis pulmones limpios, mi cabeza ordenada y dejar de morderme el labio, acumular el nerviosismo en mi estómago o chocarme con cualquier cosa descolocada. Puedo sentirme. Hoy me da igual no tenerte a mi lado. Me tengo. Y una vez escuché que el arte es todo lo que resiste. Sigamos en pie.
sábado, 5 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)