Me despido del verano, de esa época del año en el que el tiempo te da igual, puedes perderlo si te apetece, puedes explotarlo al máximo sin ninguna obligación que te oprima, puedes disfrutarlo como nunca...
Y ahora me asusta el ritmo de la rutina, levantarme sin ver la luz del Sol, no tener tiempo para escuchar tu voz...